Mindfulness
Son muchos los beneficios que reporta la práctica de Mindfulness. Algunos ocurren nada más iniciarse en la práctica y pueden medirse y corroborarse con marcadores biológicos. Los estudios señalan que el entrenamiento a largo plazo parece transformar los estados momentáneos logrados con la práctica en rasgos estables y permanentes en la persona. Una amplia mayoría de investigaciones comparan meditadores experimentados que cuentan en su haber con un promedio de 5000 – 9000 horas de práctica con amateurs o recién iniciados en el campo de la meditación. Entre estos beneficios se encuentran menor número de distracciones, mayor capacidad de concentración y mejor funcionamiento de la memoria de trabajo con sólo 8 minutos de práctica diaria durante un entrenamiento de 2 semanas. De la misma forma otros estudios muestran disminución de la activación de la red neural por defecto (área que involucra varias estructuras del cerebro y que se activa cuando aparentemente no estamos haciendo nada, dedicándose a rastrear el pasado, el futuro y a tratar de solucionar problemas) con entrenamientos de dos meses de duración. En esta misma línea y en relación a la salud física, 30 horas de práctica muestran mejoras en los marcadores moleculares del envejecimiento celular. Lo que indica, tal y como han demostrado otros estudios con practicantes veteranos que la práctica parece contribuir a retrasar el envejecimiento. Procesos biológicos básicos como la disminución en el ratio de la respiración parecen verse modificados con miles de horas de práctica ( de 1000 a 10000 horas ). Algunos de estos cambios parecen pronunciarse con mayor intensidad con la práctica intensiva de los retiros de meditación más que por la práctica diaria. También muestran una menor reactividad ante situaciones de estrés y una mayor fortaleza en la conectividad funcional cerebral, que facilita la regulación emocional y la disminución de cortisol, hormona muy relacionada con la respuesta de estrés. Demuestran una mayor habilidad para regular la distracción y los pensamientos obsesivos disminuyendo la conectividad en relación a los circuitos de la red neural por defecto, lo que deviene en una menor preocupación. A su vez circuitos neurales como el núcleo acumbens asociado “al deseo y al apego” (que a menudo nos hace sufrir y dispara la preocupación y rumiación) parecen disminuir en tamaño con la práctica a largo plazo. Hasta aquí hemos expuesto varios de los beneficios de la práctica.